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Encarnaciones de amor y luz divinos, la sinergia ayuda a crear una cultura en la que se puede enfrentar con éxito cualquier desafío relacional. Así como un individuo tiene su sistema inmune, de igual forma un país. El sistema inmune de un país es el grupo familiar. El sistema inmune de un grupo familiar es la relación. Con un sistema inmune sano, sinérgico, los “problemas” se ven diferentes. Pueden convertirse en una “vacuna” potencial. Indudablemente causará cierto dolor y tal vez dejará una pequeña cicatriz, pero también puede activar una respuesta inmune. El sistema inmune puede abrazar esa dificultad y convertirla en una experiencia de crecimiento que hace al grupo más creativo, más sinérgico, con más capacidad, construyendo fortaleza en cada uno y en toda la cultura. Entonces, los problemas ocasionan que el sistema inmune se active, y comunicando y sinergizando adecuadamente a su alrededor, la relación y el grupo adquieren mayor inmunidad para que otros problemas no se salgan de proporción. Así como las personas no mueren de SIDA, mueren de otras enfermedades que adquieren porque su sistema inmune está dañado, las relaciones y los grupos no mueren de una separación particular, mueren porque tienen el sistema inmune deteriorado. Un sistema inmune saludable trabaja en contra de cuatro “cánceres” que son mortales: criticar, quejarse, comparar y competir (son la energía negativa que puede hacer metástasis).
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